Son pocos minutos antes de anochecer, que ante la cercanía del invierno ocurre algo después de las 6 de la tarde.
Una luz extraordinaria, unos colores cálidos y maravillosos si se trata de un día despejado (algo extraño en esta época del año en Galicia)
Total que la instantánea me resultaba sorprendentemente relajante a la vista, y ante la facilidad que Ubuntu Linux da para cambiar el fondo de escritorio, pues allí la he puesto; encaja perfectamente en el esquema de colores predefinido por el sistema.
Si quieren usarla también, no tienen más que descargarla, desde aquí o de mi colección en Flickr.