La geometría de la ciudad está en todas las escalas. Aquí el protector de suelo de un joven arbolito en la peatonal, con un pavimento rústico y alguna colilla de cigarrillo ocasional – bendita ley anti – tabaco, que extremos de ridiculo pagan los ciudadanos.
Hasta el árbol en ciernes se presta al juego de la línea, circunstrito en las circunferencias metálicas y con las líneas de fuga y horizonte del piso.
Regularidad en los pasos del caminante ocasional. Luces de otoño.